Seguramente muchas veces todos los que somos ciclistas hemos oído o usado expresiones como “me cuesta en llano, pero voy mejor en subida” o “lo paso mal cuando debo esprintar para coger el grupo”. Son expresiones, dentro de muchas otras, que usan la población ciclista para crear una imagen del tipo de cualidades que tiene uno mismo, es decir, en qué es mejor y peor. Aun así, esas cualidades se podrían asociar a una definición personal cualitativa, en función de las sensaciones que uno experimenta encima de la bicicleta y de la percepción de uno mismo.

Pero, ¿y si te dijera que puedes conocerte mejor a ti mismo como ciclista utilizando datos reales (cuantitativos)? Eso es posible si se dispone de potenciómetro para entrenar, y lo vamos a hacer creando un perfil de potencia que permitirá ver nuestros puntos débiles y fuertes como ciclista.

Para empezar, debemos tener claro que el perfil de potencia nos va a servir para ver cómo rendimos en un área en comparación con otras áreas. Dicho de otra forma, vamos a poder ver nuestro rendimiento en las distintas zonas de entrenamiento para ver si tenemos un perfil más de velocista, más de contrarrelojista o escalador, o si somos todoterreno.

Lo vamos a hacer mediante un test del cual vamos a sacar nuestra potencia máxima a 5 segundos, 1 minuto y a 5 minutos, añadiendo una cuarta medida de la potencia pico a 20 minutos (nuestro FTP). Estas duraciones representan esfuerzos que corresponden a la potencia neuromuscular (zona 7), a la capacidad anaeróbica (zona 6), al consumo máximo de oxígeno (zona 5) y al umbral de lactato (zona 4), respectivamente. Por lo tanto, obteniendo valores de potencia pico en cada una de estas duraciones nos va a permitir observar cómo se comporta nuestra potencia relativa (w/kg) en cada zona de entrenamiento.

Es importante que esta prueba se realice en una carretera llana, sin interrupciones por factores externos, o bien en rodillo (aunque siempre mejor al aire libre). Mejor hacerla en una semana donde nos encontramos descansados y frescos. Es recomendable pesarse el mismo día de la prueba por la mañana, ya que va a ser fundamental la relación vatios-kilo. Además, disponer de un valor de umbral de potencia funcional actualizado también será clave. Teniendo estos factores en cuenta, el protocolo de la prueba es el siguiente:

Como hemos dicho anteriormente, una vez realizada la prueba vamos a transferir los datos a nuestro ordenador y vamos a coger nuestra mejor potencia a 5 segundos, a 1 minuto, a 5 minutos y nuestro valor de FTP. Para cada duración, dividiremos la potencia pico entre nuestro peso, por ejemplo, si nuestro mejor valor a 5” son 870 vatios, los vamos a dividir por nuestro peso para obtener los w/kg (ej: 870W / 75kg = 11,6 w/kg). Eso lo vamos a hacer por las cuatro duraciones y vamos a ubicar los valores obtenidos dentro de la siguiente tabla desarrollada por Allen y Coggan (2010):

En función de donde se sitúa nuestro valor para cada duración, vamos a poder ver un croquis de cuál es nuestro nivel en la distintas áreas. En el ejemplo anterior, nuestro valor de 11’6 w/kg se situaría dentro del colectivo “untrained” o no entrenado. Por lo tanto, una primera moraleja sería que nuestra potencia neuromuscular o la capacidad que tenemos de generar potencias elevadas en un corto periodo de tiempo, no es muy buena.

Pero ¡ojo!, no nos debemos fijar solo en un valor, ya que no tendría sentido haber realizado el duro esfuerzo para que nos quedásemos sólo con que no somos buenos esprínteres. El sentido de la prueba viene cuando nos fijamos en la forma que adopta la línea que existiría si quisiéramos juntar los cuatro valores mediante ella. A partir de aquí hay cuatro posibilidades:

  1. Si la línea tiene una forma horizontal, significaría que somos ciclistas todoterrenos. Que no destacamos en nada pero somos buenos en todo.
  2. Si la línea tiene una forma descendente (valor muy alto en 5” que baja progresivamente a más duración), significaría que somos muy buenos velocistas. Seríamos buenos en carreras de duración breve y potencia elevada.
  3. Si la línea tiene una forma ascendente (valor muy bajo en 5” que aumenta progresivamente a más duración), significaría que somos buenos escaladores o ciclistas de ritmo constante. Es decir, somos más aptos para pruebas de duración más larga.
  4. Si la línea tiene forma de V invertida, significaría que somos ciclistas de persecución. Eso significa que nuestro potencial estaría en pruebas de duración media con potencias medias-altas.

En resumen, las ventajas que nos ofrece realizar una prueba de perfil de potencia son muchas. Podremos conocernos mejor como ciclistas, saber nuestros puntos fuertes y débiles y ver nuestro rendimiento para diferentes áreas. Eso nos permitirá poder establecer objetivos de entrenamiento para mejorar nuestras debilidades y potenciar nuestras fortalezas.